El capricho de cualquier dignatario de turno, no puede, ni debe anteponerse ante la identidad de un pueblo. Lo propuesto por el actual presidente de la República acerca de retirar el mural elaborado por Oswaldo Guayasamín, no es solo un decorado más, como trata de decir la derecha ecuatoriana millenial que actualmente está en el poder. El propósito del “Mural de la Patria” inaugurado en 1988 cuenta el relato del pueblo ecuatoriano y como a costa de su sangre forjó su historia.
Es nuestro deber mantener viva la memoria de una sociedad que históricamente ha sido oprimida; mujeres, hombres, indígenas, campesinos, obreros y todos quienes nos levantamos contra gobiernos opresores, países injerencistas e imperialistas y políticas perjudiciales a los derechos básicos, entreguistas o socialmente restrictivas. “Todo pueblo que desconoce su historia está destinado a repetirla”, el pueblo ecuatoriano no puede permitir semejante agresión a la memoria, el mural abarca la historia de la lucha social en un espacio que representa la democracia nacional. No es un objeto cualquiera que se reemplaza cada tanto, es el símbolo de los logros ganados con vidas que se han apagado en el camino enfrentando a la tiranía, a la oligarquía y a sectores sociales que buscan desarraigar de la colectividad un sentido de identidad.
Desde el Partido Comunista del Ecuador, nos oponemos a que se mencione o se pretenda borrar la historia de todos los caídos y sus luchas. Sin su valentía no habríamos tenido educación, salud o trabajo digno, que en estos tiempos está en crisis con un gobierno neoliberal que pretende borrar la historia y la memoria de todo un país. El pueblo ecuatoriano debe estar atento a cada pronunciamiento o acción que socave la memoria de nuestro pueblo. Nosotros como comunistas levantamos nuestra voz con indignación.
No pueden desaparecer nuestros derechos básicos, no puede perjudicarse la educación pública, así como no pueden negarnos el derecho a una salud gratuita y de calidad, que han sido el resultado de innumerables luchas desde que el Ecuador es república y tampoco pueden arrancarnos los testimonios de nuestra Historia.
Rechazamos la propuesta de borrar el Mural de la Patria, mismo que fue pensado para las generaciones venideras.