Por Julián Yépez
Militante del Partido Comunista del Ecuador – Pichincha
27 de abril del 2010
La historia del movimiento obrero y popular ecuatoriano ha constado de notables e innumerables combatientes. Nuestra nacionalidad ecuatoriana no puede olvidar a personajes como Daquilema, Alejo Sáes o Manuel Guamán, hijos de Alfaro y Bolívar, indios, líderes de las rebeliones de los más desprotegidos; el primero firme opositor del “tirano” “afrancesado”, los últimos, generales de las “montoneras” alfaristas y de un ejército de 10,000 indígenas.
Indiscutiblemente, los más destacados combatientes en el siglo XX que ha dado a luz la historia del Ecuador han pertenecido a la Izquierda Marxista Ecuatoriana y al Partido que supo encaminar sus luchas y sus ideas, el primero en organizar y dar conciencia liberadora al Proletariado y al Campesinado, así como a todos los sectores sociales explotados:
El Partido Comunista del Ecuador
Ejemplos claros y sobresalientes de este alumbramiento de nuestra historia son: Ricardo Paredes Romero, César Endara, Floresmilo Romero, Jesús Gualavisí, Ambrosio Lasso, Neptalí Ulcuango (padre), Rubén Rodríguez, Dolores Cacuango, María Luisa Gómez de la Torre, Mercedes Alba, Tránsito Amaguaña, Nela Martínez, Joaquín Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert, Pedro Jorge Vera, Alfredo Vera, Pedro Saad, Isabel Herrería, Alba Calderón, Ana Moreno, Raymond Meriguet, Miguel Lechón, Neptalí Ulcuango (hijo), Luis Catucuamba, José Amaguaña, Marcelo Tarabata, Gustavo Becerra, Tomás Regatto, Neptalí Pacheco León, Antonio Ruiz Flores, Segundo Ramos Navarrete, Diógenes Paredes, Jorge Carrera Andrade, entre otros.
Joaquín Gallegos Lara sentado y Nela Martínez a su lado
El Partido Comunista se convirtió, de una u otra forma, en el eje cardinal que influyó en la Izquierda Ecuatoriana. Tal es el caso de actores de la política y la intelectualidad nacional que, en un momento, pertenecieron a nuestras filas, como: Manuel Agustín Aguirre (PSRE), Carlos Guevara Moreno (CFP), Rafael Echeverría Flores (PCMLE) o Jaime Galarza Zavala (URJE, VM, “La O”, Segunda Independencia, PRE).
Primero, nos referiremos a los inicios de la organización sindical en Ecuador, donde siempre estuvieron presentes nuestros camaradas. Ejemplos claros son César Endara, quien participó en la primera huelga victoriosa de tipógrafos en Quito en 1919, y Floresmilo Romero, quien fue nombrado delegado del Comité de Huelga en el histórico 15 de Noviembre de 1922, el bautizo en sangre de la Clase Obrera, donde se pedía la jornada de 8 horas de trabajo, aumento de sueldo y estabilidad laboral para la embrionaria Clase Obrera.
En el primer aniversario del 15 de Noviembre, Jorge Carrera Andrade, como jefe de redacción del periódico “Humanidad”, hizo circular una violentísima edición impresa en tinta roja contra el Presidente Tamayo, y la prisión no se hizo esperar, permaneciendo varios días incomunicado.
En Mayo de 1926, entraría en sesión el Primer Congreso Constitutivo del Partido Socialista Ecuatoriano, como muestra del pronto avance ideológico y organizativo del Proletariado ecuatoriano. Jorge Carrera participó activamente y fue nombrado Secretario General.
Ricardo Paredes, junto a Jesús Gualavisí, Rubén Rodríguez, Luis F. Cháves y otros, conformaron los primeros sindicatos agrícolas e indígenas en la zona de Cayambe.
El 27 de Agosto de 1929 se funda la Juventud Comunista del Ecuador, con el nombre de Federación Juvenil Comunista.
En 1931, Pedro Saad, presidiendo la Asociación Escuela de Derecho, dirigió la huelga universitaria en Guayaquil.
En Octubre de 1931, con Ricardo Paredes al frente del ala Radical del PSE y con plena mayoría, se realizó la afiliación oficial a la III Internacional Comunista, donde se nombró a César Endara Secretario General del ahora PCE.
Nela Martínez en una de las campañas de AFE
En 1938, se funda la Primera Organización de Género y Clase, compuesta por destacadas líderes como Nela Martínez, María Luisa Gómez de la Torre, Laura Almeida, Dolores Cacuango, Isabel Herrería, Alba Calderón y Ana Moreno: la Asociación Femenina Ecuatoriana. Esta organización logró realizar diversas campañas de asistencia social a los sectores rurales y urbano-marginales más desprotegidos. Asimismo, conquistó importantes reformas reivindicativas para las mujeres, especialmente en el Código del Trabajo.
Laura Almeida, llegó a ser Presidenta del Partido Socialista y luego junto a Manuel Agustín Aguirre y otros formó el PSRE
Ana Moreno, militante del PCE, ayudó a formar el «Socorro Rojo» para ayuda de los combatientes de la España Republicana
Raymond Meriguet, confinado en Tulcán por el Gobierno de Arroyo del Río (1944). [Archivo Martínez – Meriguet]
A comienzos de 1941, surge el Movimiento Antifascista del Ecuador, guiado por Raymond Meriguet. Este movimiento se establece como una respuesta ideológica y una contraofensiva frente a las acciones violentas de los falangistas de ARNE (Acción Revolucionaria Nacionalista del Ecuador).
Jesús Gualavisí, Dolores Cacuango y Amadeo Alba
Segundo, destacamos a Jesús Gualavisí, Ambrosio Lasso y Neptalí Ulcuango (Padre), quienes, después de ver frustrada la Revolución Agraria de Alfaro —de la que formaron parte como integrantes del Ejército Indígena de Alejo Sáes en Guamote (1985)— en las “piras de la Alameda”, volvieron a encontrar una esperanza bajo el abrigo del Partido Comunista del Ecuador (PCE).
En 1926, estos valientes irían como delegados de los primeros sindicatos agrícolas indios al Congreso de Fundación del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), donde Gualavisí, del sindicato agrícola «Juan Montalvo», se convertiría en el Primer Indígena Fundador de un Partido Político y, por supuesto, en uno de los Padres del Socialismo ecuatoriano.
En 1930, con Nela Martínez como directora del Ñuncanchic Allpa, el «órgano de difusión de los Sindicatos, Comunidades e Indios», se inicia una gran campaña mediática —bilingüe, por ende, para la población indígena tanto como mestiza— en defensa de los derechos del indio, enfocándose especialmente en las zonas de Cayambe y Chimborazo.
En 1931, coincidiendo con la afiliación del PSE a la III Internacional, ocurre la primera Huelga Indígena Reivindicativa de Olmedo-Cayambe, la cual se extiende por 3 meses y da lugar a 2 grandes movilizaciones hacia Quito, realizadas a pie.
Más adelante, en enero 29 de 1945, se fundaría, junto a gigantescos camaradas como Ricardo Paredes, Jesús Gualavisí, Neptalí Ulcuango (padre), Rubén Rodríguez, Dolores Cacuango, María Luisa Gómez de la Torre, Tránsito Amaguaña, Nela Martínez y Agustín Vega, la Federación Ecuatoriana de Indios. En esta histórica ocasión, se nombraría como Secretario General a Jesús Gualavisí.
La FEI, bajo el marxismo-leninismo, surge como una organización de clase y comprende que la emancipación real del indigenado llegaría a través de su liberación económica, y no solo por su vinculación subjetiva con la sociedad. Sin embargo, en ningún momento se renunció a la lucha por la reivindicación de las particularidades nacionales de cada cultura indígena. De aquí surge la necesidad de establecer escuelas de educación bilingüe, dirigidas por los profesores Neptalí Ulcuango (hijo), José Amaguaña, Luis Catucuamba y Marcelo Tarabata.
En la FEI, como legítima heredera, se mantendría el plan de acción alfarista de confiscación de las tierras hacia sus legítimos dueños: los trabajadores agrícolas, quienes fueron poco a poco desplazados de ellas. Asimismo, se desarrollarían y asumirían nuevos programas, tales como la lucha por la Reforma Agraria Democrática, la lucha reivindicativa social-nacional indígena-campesina, y la lucha conjunta con la clase obrera urbana.
Los Años 40
Comenzamos a hablar de los años 40, específicamente de 1941, cuando el militarismo y la oligarquía peruana agreden la soberanía territorial del Ecuador durante el gobierno de Carlos A. Arroyo del Río, quien mantenía una posición pro-nazi y, en 1942, firma la mutilación de nuestro territorio nacional.
“Nuestro Partido, el Partido Comunista del Ecuador –escúchese bien–, junto a las organizaciones de trabajadores existentes entonces, fuimos los primeros en llamar a la defensa de la integridad territorial, y los primeros en ordenar a su militancia la defensa de la Patria”.
En 1942, en medio del descontento popular contra el régimen, se impulsa decididamente la fundación de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE).
«En octubre de ese año, visitó el país Vicente Lombardo Toledano, Presidente de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL). El sindicalista fue invitado a Cayambe, donde Dolores Cacuango y Jesús Gualavisí prepararon su recibimiento con una multitud de indígenas, hombres y mujeres, que le aclamaron. La visita de Toledano fue un motivo más para que Arroyo del Río pusiera de manifiesto su poco aprecio a la clase trabajadora y su escondido temor a la sublevación popular.»
El 28 de mayo de 1944 sucede la insurrección popular-militar conocida como “la Gloriosa”, que da al traste con el gobierno fascista de Arroyo del Río. Como resultado, del 4 al 9 de julio de 1944, con la presencia de más de 1.100 delegados sindicales, campesinos, indígenas, artesanales, magisteriales y populares, se realizó el Congreso Constitutivo de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), donde se nombra a Pedro Saad como Secretario General.
“Esta Central, que representa la tendencia de izquierda en el movimiento laboral ecuatoriano, definió la independencia clasista, el internacionalismo proletario y la «acción directa» de los trabajadores en una sólida alianza de obreros, empleados, campesinos, maestros y demás capas laboriosas de la población, por sus reivindicaciones económicas, sociales, políticas y culturales”.
En 1944, se logra una victoria democrática dentro y fuera de la Asamblea Constituyente (el PCE consigue 15 de los 85 escaños; el entonces militante Pedro Jorge Vera es nombrado Secretario General de la Asamblea, Alfredo Vera logra el Ministerio de Educación, y el c. César Endara es nombrado miembro del Consejo Nacional de Economía, cargo que mantiene hasta 1956). Se consiguen innumerables reivindicaciones, una de ellas la devolución de las tierras usurpadas a los indios por los sectores terranientes.
«En medio de una numerosa delegación ecuatoriana, junto con otros sindicalistas como Pedro Saad y Nela Martínez, Dolores Cacuango fue invitada al Congreso Latinoamericano de la CTAL que se realizó en Cali – Colombia (1944).»
En mayo de 1945, el Comité Central del Partido Comunista del Ecuador, reunido en Quito, observa las limitaciones y debilidades del movimiento de Mayo del 44 y señala la necesidad de implementar una profunda Reforma Agraria. Este paso se considera esencial para impulsar y profundizar la democracia nacional con la participación de los trabajadores y de los sectores populares, además de robustecer la economía del país.
Logros de la FEI en 1946
En 1946, tras quince años de insistencia y forzado por la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI), el gobierno de Velasco Ibarra decretó la devolución de los huasipungos a los cabecillas de la huelga indígena de 1931. Este logro estuvo acompañado de la conquista de considerables derechos que motivaron dicho levantamiento. Entre los avances alcanzados por las comunidades de las haciendas de Pesillo en Olmedo, se destacan:
- Fijación de la jornada laboral en ocho horas diarias.
- Descanso de fin de semana.
- Aumento del salario a dos sucres cincuenta centavos (S./ 2,50).
- Supresión de las servicias.
- Pago por las huasicamías.
- Eliminación del trabajo gratuito de las mujeres.
- Erradicación de los maltratos.
Conflicto con el Régimen de Velasco Ibarra
El 30 de marzo de 1946, el Partido Comunista comienza a combatir desde la clandestinidad al régimen de Velasco Ibarra, quien se declara dictador. Como consecuencia, se inicia una cruenta campaña contrarrevolucionaria liderada por el ministro Carlos Guevara Moreno, lo que resulta en el encarcelamiento y destierro de numerosos comunistas y socialistas.
Entre otros: Dolores Cacuango, Pedro Saad, Ricardo Paredes, Enrique Gil Gilbert, Nela Martínez y César Endara.
El III Congreso del Partido Comunista del Ecuador (PCE) se reúne en noviembre de 1946 y, de manera crítica y autocrítica, analiza las fallas tácticas en la forja de alianzas y frentes populares. Se reconoce que estas alianzas no excluyeron por completo a sectores retrógrados, permitiendo su vigencia y renovación de legitimación en la vida política del país.
Insurrecciones Populares
Es importante señalar que hubo grandes insurrecciones populares en todo el país, muchas de ellas dirigidas por comunistas destacados:
- Dolores Cacuango lidera un asalto al cuartel de Carabineros de Cayambe.
- Segundo Ramos Navarrete guía una insurrección armada en Guayaquil.
- Nela Martínez, junto a las aguerridas mujeres de AFE, toma el Palacio de Carondelet en Quito.
Ante esta conmoción, el gobierno de Velasco Ibarra induce a las masas populares levantadas a devolver las armas, bajo la aparente intención de apaciguar al pueblo mediante un “logro” democrático en la Asamblea Constituyente. El Partido orienta a sus bases a deponer las armas en pro del ilusorio estado democrático, lo que a la postre impide profundizar el proceso democrático-nacional y defender las conquistas reivindicativas.
Huelga Nacional y Unión Democrática Anti-conservadora
El 25 de septiembre de 1957, el VII Congreso de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE) decreta una Huelga Nacional en solidaridad con los trabajadores de la United Fruit Trading Co. y los trabajadores petroleros del yacimiento “el Cautivo”.
En 1958, el Partido, fiel a su línea política y estratégica, canaliza la formación de la Unión Democrática Anti-conservadora, integrada por el PCE, PSE, URJE, CFP y liberales independientes.
División del PCE y Lucha Ideológica en los Años 60
En la década de los 60, surge la Primera División del PCE, tras el fracaso del proyecto militar guerrillero en Toachi y en medio del quiebre SINO-SOVIÉTICO. Jorge Rivadeneira, Rafael Echeverría, Miltón Reyes y otros del Provincial de Pichincha, influenciados por la CIA y con justificaciones sesgadas, crean el PCMLE, de orientación maoísta, con cuatro agentes infiltrados en su buró central: Mario Cárdenas, Luis Vargas, Atahualpa Basantes y Jorge Arévalo Arellano.
Durante esta década, se desata una lucha intestina de carácter ideológico, profundizando en el desarrollo de tácticas y estrategias para la Revolución, tras los VI y VII congresos del PCE, donde se declara la vía «no pacífica» y se consolida el Frente de Liberación Nacional como método de acción táctica y estratégica.
Nela con Ambrosio Lasso
El 8 de febrero de 1961, bajo el liderazgo de Ambrosio Lasso, se lleva a cabo un importante levantamiento con la participación de 2,000 indígenas en la Hacienda Pull, ubicada en Colta, Chimborazo. Este evento marca un hito en la lucha por los derechos de los trabajadores agrícolas y la recuperación de tierras.
Éxito del Movimiento Obrero y Campesino
En 1962, gracias a la cohesión del movimiento obrero y campesino, articulado y dirigido por el Partido, se logra un significativo triunfo: la expulsión del monopolio gringo “intocable” conocido como la United Fruit Company. Este logro no solo representa un avance en la lucha por la justicia social, sino que también refleja la capacidad de organización y resistencia de los trabajadores y campesinos ecuatorianos.
Mujeres de URME
Entre las destacadas integrantes de la Unión Revolucionaria de Mujeres del Ecuador (URME) se encuentran Lucha Gómez de la Torre, Laura Almeida y Eugenia Viteri.
La URME nace en 1962, manteniendo la estructura nuclear de la Asociación Femeninas Ecuatorianas (AFE) en diversos espacios como barrios, colegios, universidades y cárceles. Posteriormente, la organización establece relaciones formales de apoyo y participación con la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM).
Dolores Cacuango y la FEI
En el mismo año, tras la muerte de Jesús Gualavisí, Dolores Cacuango queda al frente de la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI).
A partir de aquí comenzará otro hecho histórico, ya que el movimiento indígena-campesino, que originalmente había surgido con fines de autodefensa y reivindicación, eleva su conciencia. Ya no busca simples exigencias inmediatas; ahora persigue objetivos mucho más grandes: transformar la estructura de la propiedad y producción de la tierra, lo que significa “una real y profunda Reforma Agraria.”
“Las líneas programáticas de la FEI, expresadas en su Manifiesto a la Nación, ponían en el tapete un conjunto de principios y ordenamientos congruentes, factibles y de urgente aplicación si realmente se quería procurar el mejoramiento del indigenado. La FEI no pedía, exigía públicamente, por primera vez el traspaso de la tierra a quienes la cultivaban, la parcelación de las tierras como paso previo a la Reforma Agraria. Esto significaba, en primer lugar, la parcelación de las tierras de la Asistencia Pública y de las tierras baldías. Del mismo modo, exigían: la inmediata regularización de las jornadas de trabajo y de los salarios de hombres y mujeres que laboraban en la hacienda; la supresión de las “obligaciones” consideradas connaturales a su estadía en la hacienda; el establecimiento de servicios de salud, educación y vivienda; la tecnificación de la agricultura; la defensa de su lengua y su cultura; y la incorporación de la población indígena a la vida democrática del país.”
Tránsito Amaguaña tras el fallecimiento de Dolores Cacuango
Fortalecimiento de las Luchas Campesinas y su Impacto
Justamente gracias al fortalecimiento de las luchas campesinas dirigidas por la FEI y el PCE, se logra también la promulgación en 1964 de la primera y limitada Ley de Reforma Agraria.
Contando con Dolores Cacuango, Nela Martínez y Tránsito Amaguaña, se crea la FETAL (Federación de Trabajadores Agrícolas del Litoral).
En 1966, se afilia Unión Democrática Popular como Partido Electoral – UDP, expresión del PCE. Quinto, comienzan las grandes Huelgas y Paros Nacionales producto de la consolidación de una Clase Obrera, conformando la unidad de acción de Clase.
Se realiza un Paro Nacional de 1971, en el que participan la CTE con la CEDOC, con la consigna: “Detener la ofensiva de la burguesía agro-exportadora en contra de la izquierda y del movimiento popular”. Se reclama alza de salarios, solución inmediata a 250 conflictos obreros y campesinos, Reforma Agraria Democrática y Radical, defensa del mar territorial y nacionalización del petróleo.
En Mayo de 1977, se realiza una Huelga Nacional convocada por la CTE, la CEDOC, la UNE y el MIR (a la par mueren un centenar de personas en el ingenio azucarero AZTRA).
En 1978, se vigoriza la UDP con la fundación del Frente Amplio De Izquierda – FADI (lista 9), el cual manifestaría claramente el interés por aglutinar a todas las fuerzas populares y democráticas de Izquierda Marxista. Aquí se vincularían el PSRE, el PSP, Segunda Independencia, el MRIC y el Comité del Pueblo.
En Junio de 1980, como muestra del interés del PCE por la unidad de la Clase Obrera, se constituye oficialmente el Frente Unitario de Trabajadores – FUT. Se reclama contra el paquete de medidas económicas, la reforma agraria y la expulsión del ILV.
Para Abril de 1987, se consolida el Frente de Izquierda Unido – FIU, donde una vez más se busca la unificación de la izquierda, convocando al FADI, MPD, MIR, MRIC y el FS (unificación de los Partidos Socialistas).
Los años 90: A partir de la caída del muro y la debacle del socialismo real federativo, se empieza a resquebrajar la Izquierda Marxista del Ecuador, especialmente la de aquellos que tenían esperanzas en el modelo organizativo soviético como vanguardia política-ideológica de la liberación social de los oprimidos.
En 1992, se organizan grandes levantamientos continentales de sectores indígenas con un fin reivindicativo cultural de las nacionalidades y pueblos ancestrales. La FEI, que se encontraba seriamente afectada, participa aún en estos levantamientos.
En 1994, en contra de los nuevos decretos de Sixto Durán Ballén, la Ley de “Desarrollo Agrario” perjudicaba seriamente a los trabajadores agrícolas y campesinos: “quitaba toda posibilidad de afectación a las tierras que no estaban trabajadas, al mismo tiempo que se abría la posibilidad de retacear y repartir los páramos comunales.” Se conforma la Coordinadora Nacional Agraria CAN, integrada por la FEI, FENOCIN, CONAIE, FECNACLE, levantamiento que solo pudo detener el gobierno con el dictamen del estado de emergencia.
En medio de los embates neoliberales y el repliegue de las fuerzas marxistas, empieza nuevamente a escalonar el populismo, esta vez uno que dejaría el discurso progresista de los años 40 y 60 por uno desalentador y reaccionario.
Grupos como el MPD y CONAIE comienzan a tomarse progresivamente los diversos frentes de lucha fracturados de la izquierda Marxista y Comunista, insertándose profundamente en el juego Populista de la democracia representativa, “votando un gobierno neoliberal tras otro y apoyando a uno cada vez peor.”
Pronto se vería a ex “comunistas” en las filas de gobiernos neoliberales, así como a los líderes de la “izquierda” garrotera, oenegeista y etnicista.
Actualmente, en el Ecuador, así como en Latinoamérica en general, se vive un proceso de reconstitución de las fuerzas progresistas: ‘patrióticas, populares y democráticas’. En particular en nuestro país, este proceso es encaminado por sectores arribistas y urbanos que aspiraron a un modo alterno de política y gobernabilidad, al verse afectados económicamente por la nefasta llegada del neoliberalismo.
Es importante analizar constantemente la historia nacional, y sobre todo la que nos afectó como Partido y Clase, pues hechos anteriores se vuelven recurrentes y cíclicos.
La autocrítica del III Congreso Nacional del PCE denotó un avance ideológico y madurez en el Partido, reconociendo:
“Por debilidad y conciliaciones, hicimos concesiones a los señores feudales y al clero”, olvidando que, “junto a los sectores progresistas, estaban elementos feudales y reaccionarios” que no fueron combatidos con energía en el proceso, permitiendo así su resurgimiento como fuerzas hegemónicas: “Es así que el movimiento de Mayo, que pudo significar un rudo golpe al feudalismo y al atraso económico del Ecuador (…), no tocó los problemas esenciales.”
Como lo menciona el c. Domingo Paredes:
“Entre 1943 y 1945 no se definió al Imperialismo como el enemigo fundamental de nuestros pueblos, asumiendo un enfoque falso sobre la naturaleza de los monopolios -del capital financiero- y una desviación ideológica deformada sobre el significado y la esencia de la penetración imperialista con su secuela de atraso y dependencia.”
(…)
“Los errores en la comprensión de la realidad limitan la práctica política. Por eso el Partido supo rectificar los errores evaluando las acciones desplegadas en aquellos años. Profunda fue la autocrítica de su III Congreso que concluyó en forma concisa y lacónica: ‘No supimos profundizar el proceso de revolución.’”
Nuestras revoluciones han sido constantemente frustradas primero por los sectores terratenientes, la oligarquía, la burguesía mercantil, la plutocracia y sobre estos su más firme aliado: El Imperialismo Norteamericano. En segundo lugar, por el populismo “liberal” que, vistiéndose de “izquierdista”, fue minando cualquier intento por cambiar el viejo modo político-institucional del estado ecuatoriano, recurriendo a los paliativos sociales para apaciguar cualquier intento por transformar profundamente las relaciones sociales y sirviendo en incontables ocasiones de rentable propaganda anticomunista y en contra de todo tipo de organización popular.
“Nuestros frentes de batalla nunca se limitaron a la lucha contra las clases dominantes; en el mismo seno de nuestro Partido siempre estuvo presente el combate interno contra el reformismo y las posturas sesgadas, un combate de ideas. Estos 2 frentes han representado el eje de nuestras luchas.”
El mejor ejemplo de que el Partido buscó en sus alianzas tácticas, así como en sus frentes populares, no concertar con los sectores de la burguesía, es que proclamó la consigna: ‘Golpear juntos, marchar separados.’
Tal vez los mejores aliados que halló el reformismo y aquel “ultrismo” sesgado en el país, fue la visión determinista sobre el desarrollo de las fuerzas productivas, creyendo que el avance técnico-científico y el progreso industrial obligarían indiscutiblemente a nuestra nación a transitar hacia una sociedad más organizada, más avanzada: la sociedad Socialista.
Ahora, no podemos desmeritar todo intento pasado por canalizar una solución a la crisis social-nacional del Ecuador, pero tenemos como obligación histórica cernir las posiciones concertadoras, que aunque actualmente puedan significar momentos de paz, de acumulación política y de maduración de conciencia nacional, en un futuro permitirán la vigencia del capitalismo, de este modo de producción oprobioso, inhumano, depredador y voraz.
Bibliografía y Notas
- 28 de MAYO de 1944. DOCUMENTOS. Biblioteca Ecuatoriana.
- Martínez Espinosa, Nela. Yo siempre he sido Nela Martinez Espinosa: Una autobiografía hablada. Serie biografía de Mujeres Ecuatorianas – NO.1 1a. ed. Consejo Nacional de Mujeres – CONAMU.
- LOS COMUNISTAS EN LA HISTORIA NACIONAL. Editorial Claridad S.A. Guayaquil, Ecuador, Sudamérica. Mayo de 1987.
- Pérez Pimentel, Rodolfo. Diccionario Biográfico del Ecuador. [en línea] http://www.diccionariobiograficoecuador.com/
- Agee, Philip. (1975) Dentro de la Compañía. Diario de la CIA. «Objetivo Ecuador». Mov. Segunda Independencia.
- Rodas, Germán. (Marzo del 2000). La Izquierda Ecuatoriana en el siglo XX. Aproximación Histórica. ABYA YALA.
- Bulnes, Marta. (1994) Me levanto y digo. Testimonio de tres mujeres quichuas. Quito: El Conejo.
- Rodas, Raquel. DOLORES CACUANGO: Pionera en la lucha por los derechos indígenas.
- Rodas, Raquel. TRÁNSITO AMAGUAÑA: Su testimonio.
- Becker, Marck. LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO INDÍGENA ESCRITA A TRAVÉS DE LAS PÁGINAS DE ÑUCANCHIC ALLPA – ESTUDIOS ECUATORIANOS UN APORTE A LA DISCUSIÓN. ABYA YALA.