Ambos partidos expresamos que la orden del Presidente Noboa de irrumpir policialmente en la Embajada de México es algo inaceptable, violatorio de la normatividad diplomática. Por lo tanto condenamos esa decisión del Gobierno del Ecuador.
El Partido Comunista de México expresa su solidaridad al Partido Comunista del Ecuador, a la clase obrera, los campesinos, los pueblos indígenas, los jóvenes y estudiantes que enfrentan las medidas antiobreras y antipopulares del Gobierno de Noboa, así como una creciente ola de violencia por parte de la delincuencia organizada, fenómeno en que están envuelto el crimen organizado de México.
Ambos partidos comunistas se posicionan abiertamente contra el surgimiento del chauvinismo y del nacionalismo reaccionario que pretende el enfrentamiento entre ambos pueblos. Aquí hay responsabilidad de los Estados burgueses, que están disociados de los intereses de los trabajadores y los pueblos de ambos países que tienen mucho en común, que están hermanados desde el papel jugado por Vicente Rocafuerte en nuestras relaciones. Destacamos que éste hermanamiento es histórico, y por ejemplo está la labor de Rafael Ramos Pedrueza quien como Embajador de México en Ecuador, cumpliendo con sus deberes de miembro de la Sección Mexicana de la Internacional Comunista cumplió con su deber de contribuir a la organización de la clase obrera del Ecuador y los cimientos para la formación del PCE.
Los trabajadores del Ecuador y México tienen el mismo interés inmediato e histórico: luchar contra la explotación, derrocar el capitalismo y construir la nueva sociedad comunista, el poder obrero. Por tanto no admitimos nada que lleve a nuestra división.
¡Vivan la clase obrera de México y Ecuador!
¡Proletarios de todos los países, uníos!