Por: Eduardo Vásquez Rojas.
El 22 de septiembre de 1925, un grupo de comunistas ecuatorianos reunidos en Quito dio paso a la construcción del Partido Comunista del Ecuador, creándose la Célula de Propaganda “Acción Lenin”, declarada como la Sección Ecuatoriana de la Internacional Comunista, cuyo objetivo central fue trabajar sobre los principios ideológicos del Partido Comunista Mundial. En ese momento, nuestro organismo se adhería a la III Internacional con el apoyo del camarada Rafael Ramos Pedrueza, dirigente del Partido Comunista Mexicano, quien fue designado como Comisario y Responsable General de la SEIC (PCE). Esto no es especulación, está documentado en los archivos de la Komintern, como el Acta de Fundación de la Sección Ecuatoriana, las comunicaciones del camarada Ricardo Paredes, las ponencias de la 1ra Conferencia Comunista Latinoamericana y la participación del PCE en el VI Congreso de la Komintern.
Esto significa que los comunistas ya estaban constituidos y alineados a las resoluciones de la III Internacional Comunista mucho antes de la Asamblea fundacional del Partido Socialista Ecuatoriano. Esto desbarata los inventos de los disidentes socialdemócratas e intelectuales reformistas, quienes argumentaron que el PCE fue fundado en 1931. Por el contrario, el PCE mantuvo la unidad ideológica, la disciplina Marxista-Leninista, el Centralismo-Democrático, y la edificación del Socialismo-Comunismo.
Desde nuestra fundación hasta la actualidad, el Partido Comunista del Ecuador recoge el legado histórico del pueblo ecuatoriano, enraizado en las luchas contra la tiranía y la barbarie latifundista-colonialista. También destacamos la esencia Marxista-Leninista, su carácter internacionalista y su combate al capitalismo en sus diversas formas, incluyendo corrientes burguesas como el chouvinismo y los nacionalismos reaccionarios.
A casi 100 años de nuestra existencia en el Ecuador, seguimos enfrentando críticas que intentan desacreditarnos como un «satélite soviético». Ante ello, reafirmamos con orgullo nuestro carácter internacionalista, arraigado en la III Internacional Comunista y en la ideología liberadora del proletariado de Marx – Engels – Lenin. La lucha de clases y el internacionalismo son nuestra razón de ser.